Para ganar un concurso de gastronomía debes lograr un estado de humildad, paciencia, aprendizaje y receptividad.
Un plato ganador es el que cumple con todas las bases reglamentarias del concurso. Cuando concursas lo mínimo que debes ofrecer a los jueces es un plato bien ejecutado, delicioso, presentable, bien fundamentado y con algo que contar.
¿Alguna vez has participado en un concurso gastronómico? Yo sí y he ganado y perdido algunos cuantos. Por eso digo lo que digo.
Por ejemplo, en el 2021 participé en Masterchef Latinos y me fue de la chingada. Fui el primer expulsado del reality show y eso me hizo sentir como el mayor pendejo que ha dado la historia, tanto que estuve a punto de dejar de cocinar. Por fortuna no lo dejé.
Seguí cocinando y un año después participé en la tercera edición de Nuevo León Sabe Bien (2022), que es un concurso de rescate gastronómico evidentemente de Nuevo León. Yo ya había participado en la edición anterior y no había logrado ni madres, pero esta vez quería ganar. Decidí analizar que pedo con el concurso, leí las bases y me puse a jalar.
Es un concurso de rescate gastronómico, por lo que había que buscar recetas regionales que se estuvieran perdiendo, inmediatamente pensé en asado de puerco, cabrito, carne asada, pollo a la río ramos, chicharrón de cachete y me dije; seguramente son las mismas recetas que pensaron los otros quinientos cabrones que van a participar. Así que había que ir más allá.
Me di a la tarea de buscar más a fondo y di con un libro de Cocina Tradicional Neoleonesa editado por la Secretaría de Cultura de México que concentra un chingo de recetas típicas de aquí de la región. Leí el indice y lo primero que me llamo la atención fue la palabra “chicales”.
¿Conoces los chicales? ¿te suena si quiera? Estoy seguro que no y en ese momento a mi tampoco.
Resulta que los chicales, chuales o chacales es un platillo hecho de maíz deshidratado y quebrado (lo hacían así para extender la vida del maíz) que se da mucho para las zonas áridas de México. La receta básicamente eran los chicales cubiertos de una salsa de chiles secos con tortas de camarón que se sirve tradicionalmente en Galeana Nuevo León en época de Semana Santa.
La receta que se presentaba debía contener ingredientes locales. Decidí armar un caldo hecho con “los ingredientes de Nuevo León”, manteca de puerco, chile guajillo, chile ancho, ajo, comino, orégano, cilantro y como es plato de vigilia le agregué camarón seco, una torta de huevo con nopales y todavía de mamón le puse chile piquín seco.
Llegó el día de presentar el plato y lo primero fue cocinar ese pedo, que quedara rico y después emplatarlo de una manera decente. Llegué al lugar, pregunté por mi turno y calculé los tiempos para poder sacar mi caldo caliente a tiempo.
Cuando me tocó presentar me paré a exponer el plato frente a los jueces y para ese momento yo ya sabía todo lo que me iban a preguntar. Porque en todos los pinches concursos preguntan lo mismo. ¿Qué son los chicales? ¿Cuál es su origen? ¿De dónde viene la receta? ¿Cuál es su historia? y más.
Para no hacer el cuento largo, gané y comencé a entender y racionalizar el proceso que me llevó hasta ese punto.
Hoy tengo la oportunidad de juecear en concursos gastronómicos y de grill y no puedo evitar notar que muchos participantes aún no entienden que cocinar no es lo mismo de concursar. Cometen chingo de errores y cuando llega el resultado se frustran, se enojan, hacen berrinche, reclaman y hacen gala de unas conductas de la verga. Pero ante esto solo una cosa es cierta, cada quien es responsable de su fracaso.
Así que aquí voy a dejar algunos consejos que no me pediste sobre como ganar un concurso de cocina.
- Todos cuentan la misma pinche historia de la abuela, de la tía o del familiar que cocina bien cabrón y te inspiró a ser cocinero. Pero ojo; la familia no es la única fuente de inspiración. Inspírate con cualquier cosa.
- No mientas o te justifiques sacándote cosas de la manga, los jueces son profesionales y no los vas a engañar.
- No te quedes a medias. Si decidiste entrar al concurso dalo todo o mejor no te inscribas.
- Si la cagaste, resígnate y mejora la próxima vez. Todo mundo se equivoca.
- Justifica tu plato. Estudia el origen de los ingredientes y las técnicas. Haz introspección y llega a una conclusión real y sin pretensiones de porque cocinaste lo que cocinaste.
- Lee bien las bases y sigue las pinches instrucciones.
- El premio vale madres, no pierdas el enfoque. Cuando tu atención se desvía tomas malas desiciones. Lo más importante siempre es la cocina.